Un planeta llamado Traición – Orson Scott Card

Un planeta llamado Traición (1979) fue la segunda novela de ciencia ficción escrita por Orson Scott Card. La primera, aparecida en el mismo año, se titula Hot Sleep y pertenece a la Saga de Worthing.

Un año antes, en 1978, Card había llamado la atención con el relato El juego de Ender, el cual le proporcionó el premio J. W. Campbell al mejor autor joven. Ender’s Game fue el primer cuento de ciencia ficción de Orson Scott Card que vio la luz en una revista, concretamente en Analog en agosto de 1977.

En 1988, Card lanzó al mercado una versión revisada de Un planeta llamado Traición bajo el título de Traición (a secas).

UN PLANETA LLAMADO TRAICION
Un planeta llamado Traición, de Orson Scott Card FUENTE

Un planeta llamado Traición

La novela nos pone en la piel de Lanik Mueller, narrador y protagonista absoluto de la historia. Lanik es un joven apuesto e inteligente, heredero del clan Mueller. El de los Mueller es uno de los varios clanes familiares que han formado estados independientes por todo el territorio de Traición, un planeta en la periferia de la civilización humana galáctica.

Las gentes de Mueller del Río tienen una característica que los diferencia de los demás habitantes del planeta: son regenadores, seres humanos con una mutación que permite que se curen de sus heridas por muy graves que sean. Incluso pueden regenerar miembros amputados. Esto los hace difíciles de matar y muy superiores en batalla a sus enemigos. Sólo cortándoles la cabeza, ahogándolos o quemándolos pueden morir.

Lanik Mueller descubre al principio de la novela que no es un regenerador convencional, sino un rad, un regenerador radical. Esta condición implica que le crezcan miembros de más por todo el cuerpo de forma descontrolada. Y aunque se los extirpen, no tardan en volverle a crecer.

Debido a su afección, Lanik pierde su derecho al trono, a pesar de ser el hijo primogénito del líder de la familia, Ensel Mueller. El destino que le espera a Lanik por su condición de regenerador radical es muy peliagudo: ser enviado a los corrales, un lugar en el que a los rad se les hacina como ganado. ¿Para qué? Pues resulta que los Mueller los usan para vender o intercambiar órganos, miembros, cabezas, etc., a cambio de hierro.

Y es que en Traición apenas hay hierro, y sus habitantes lo necesitan a corto plazo para fabricar armas y, a la larga, para construir naves espaciales y poder abandonar el planeta.
Treason – Scott Card FUENTE

Resulta que Traición es un planeta muy alejado del Mundo Exterior (de la galaxia civilizada), que sirve como lugar de destierro para estos clanes familiares. Los fundadores de los estados, en su día, protagonizaron una sedición contra Emperador de la Galaxia. La ofensa fue tan grave que el exilio de estos clanes se ha prolongado por 3.000 años. La escasez de hierro de Traición es precisamente lo que evita que sus habitantes construyan naves espaciales para abandonar su exilio forzoso.

Debido a esta circunstancia vamos a encontrarnos a una civilización planetaria anclada en una especie de Edad Media perpetua. Combaten con espadas, montan a caballo… Estamos así ante un mundo medievalizante en un contexto de ciencia ficción.

Un planeta lleno de sorpresas

Pero aún hay más: los exiliados originales no eran personas cualquiera, eran científicos, mentes brillantes de su época, cada uno con una especialidad diferenciada. Por ejemplo, los Mueller descienden de un genetista y por eso poseen la alteración genética que les permite curarse y regenerarse. Cada científico formó un reino independiente con su propia sociedad particular y distintiva, con características diferenciales, su propio conocimiento único, y su propio superpoder. Por ejemplo, otro clan (los Ku Kuei) posee la capacidad de modificar el flujo del tiempo; otro (el de Schwartz) tiene la habilidad de manipular el carbono y el ADN. Y el clan Anderson ha adquirido la capacidad de crear ilusiones en la mente de las personas.

Los distintos clanes compiten por el territorio, por los recursos y sobre todo por obtener hierro del Exterior. Su único contacto con el exterior es la visita regular de los Embajadores, unos robots que se encargan del trueque de lo que ofrece cada familia/reino por un poco de hierro.

Volviendo a nuestro querido Lanik Mueller…

En vez de enviarlo a los corrales, su padre destierra de una manera velada a Lanik enviándolo como embajador (espía en realidad) al estado vecino de Nkumai. Haciendo esto quiere descubrir qué están ofreciendo los Nkumai a los Embajadores. Y es que los Nkumai se están expandiendo y conquistando territorios, lo que implica que han conseguido un ejército bien pertrechado. Y si tienen un ejército bien pertrechado es porque han atesorado más hierro del normal gracias al comercio con los robots.

A partir de este momento de la novela, Lanik comenzará una odisea personal, su propio camino del héroe/viaje iniciático en el que irá descubriendo los secretos de las otras familias. En su camino se topará con aliados y enemigos e irá adquiriendo diversas habilidades (o superpoderes). Manipular la roca y la tierra. Curar y sanar. Controlar el tiempo.

Durante su odisea, Lanik encontrará un sentido a su existencia, apreciará las virtudes de una vida sencilla, pacífica, humilde y enfocada a ayudar a los demás…

A planet called Treason FUENTE

El verdadero enemigo no eran los simuladores. El auténtico enemigo era el hierro. No el hierro para hacer naves estelares y escapar de Traición y regresar con el resto de la raza humana. Sino hierro para hacer sangrar a los soldados y causarles muerte: eso era lo que nos estaba destruyendo.

Influencia

Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que Un planeta llamado Traición se inspira muy mucho en un relato de Cordwainer Smith titulado Un planeta llamado Shayol. Este cuento se puede encontrar en la compilación Los Señores de la Instrumentalidad 02 – La Dama muerta de Clown Town. En él tenemos elementos como:

  • Una especie de planeta prisión que funciona como planeta de castigo para criminales.
  • Personas sometidas a mutaciones físicas grotescas: les crecen órganos extra y miembros sobrantes, como narices de más, orejas, manos, brazos, piernas, estómagos, cabezas, pelvis y hasta cuerpos enteros.
  • A los desafortunados enviados a este planeta les extirpan periódicamente los órganos y miembros sobrantes, que van a parar a una especie de banco de órganos con fines médicos para el Imperio.
  • Existen unos robots aduaneros/inspectores que se encargan de las transacciones, muy similares a los robots embajadores de Traición.
  • El protagonista se llama Mercer, un nombre no muy alejado del apellido Mueller de Lanik.

Estilo

Un planeta llamado Traición escrito en primera persona con mucho vigor. Card escribe como un torrente, imitando una narración oral, o sea imitando el habla de un cuentacuentos. Tenemos descripciones escuetas pero precisas, capítulos no muy largos, y bastantes diálogos, con lo que no cuesta nada avanzar página tras página.

Hay algún que otro pasaje muy visceral y crudo en el que se describen dolor físico, torturas y heridas. Card se recrea un poco en estos aspectos.

Tendremos hacia el final de la novela otro tropo recurrente en Card, el genocidio, que será tratado de una forma bastante reduccionista. Y también cierto tufillo machista.

Para unos cuantos lectores este el mejor libro de Card, el más imaginativo al menos. No diría tanto, pero para mí es un libro muy disfrutable. La bisoñez como escritor de Card tiene puntos positivos: ideas muy locas; estructura extraña, menos encorsetada que de costumbre; cero engrosamiento artificial (la tan habitual en el presente paginitis). Un camino literario menos ortodoxo, menos trillado, por tanto, aunque un poco salido de madre. Hay constantes cambios de escenarios al estilo de un videojuego de aventura. Quizá demasiados. En ocasiones Card pierde el foco de la historia.

Estamos ante un híbrido de ciencia ficción, space opera y fantasía enfocado a un lector juvenil (pero juvenil de los 70s/80s). Como lectura ligera a mí me funciona.

(Un planeta llamado) Traición (1988)

Traición, de Orson Scott Card FUENTE

Con respecto a la actualización llevada a cabo en 1988 (Traición), en opinión del propio Card, Un planeta llamado Traición era una novela “precipitada, esquemática, abrupta y espasmódica”, de resultas que “aún no sabía escribir una novela”.

La de Lanik Mueller es una historia en la que aún creo y, en esta nueva edición, he dejado la historia en sí intacta. Sólo he cambiado la forma de presentarla (el tono, el ritmo, la claridad). El resultado es el diez por ciento del libro de material nuevo, con pequeñas correcciones casi en cada página. Orson Scott Card.

Esta edición conserva la esencia del original, la historia del descubrimiento de un joven y la transformación de su mundo y de sí mismo.

Si quieres saber más sobre Un planeta llamado Traición y otras novelas de Orson Scott Card (El juego de Ender, La voz de los muertos y Wyrms) te invito a que escuches este episodio del podcast Los Retronautas.
SOBRE MÍ
Un oficio indiscreto es una novela negra en un mundo de ciencia ficción.