Dashiell Hammett fue, y sigue siendo, uno de los escritores más influyentes de todos los tiempos. Y no sólo en la novela negra que cosechó. Su influencia va mucho más allá y se extiende a escritores de todos los géneros.
De él se dice que era «todo un tipo» y un personaje contradictorio. Veamos por qué.
De niño a adulto en cero coma
Samuel Dashiell Hammett nació en 1894. Llegó al mundo en Saint-Mary´s County, en el estado de Maryland. La suya era una familia granjera en continua lucha contra las penurias económicas.
Creció principalmente en las calles de Filadelfia y Baltimore. Y lo hizo rápido, ya que a los 13 ó 14 años dejó la escuela sin apenas formación para ponerse a trabajar. Fue mensajero y mozo de estación en las compañías ferroviarias de Baltimore y Ohio. También dependiente, estibador, empleado en una fábrica de conservas y vendedor de periódicos. Años después incluso ejercería como publicista para una joyería.
Al mismo tiempo que trabajaba, leía muchos libros en bibliotecas públicas. Se puede considerar que aprendió el oficio de escribir como autodidacta. Y también, por su puesto, gracias a su experiencia en el empleo más sorprendente de todos los que tuvo: detective profesional.
Detective Dashiell Hammett
Durante 8 años Dashiell Hammett fue detective profesional en la Pinkerton´s National Detective Agency, o Agencia Pinkerton a secas para los amigos. Ejerció este oficio entre 1915 y 1922, con una pausa para participar en la Gran Guerra.
Dash tenía 20 ó 21 añitos cuando empezó en la Pinkerton. Aprendió el oficio de detective de James Wright, un agente «bajo, rechoncho y de lenguaje duro» que se convirtió en un ídolo para Hammett. Más tarde Wright serviría, supuestamente, como inspiración para el Agente de la Continental.
Buena parte de su trabajo como detective fue disolver huelgas. El papel de los agentes de la Pinkerton era ejercer violencia contrasindicalista, reventando huelgas y cosas peores. Hammett contó que una vez le ofrecieron 5.000 dólares por asesinar a un sindicalista. No aceptó, pero pocos días después el sindicalista fue secuestrado por alguien con menos escrúpulos. Lo ataron al parachoques trasero de un coche y fue castrado, arrastrado y finalmente ahorcado (!).
A la Agencia Pinkerton se la considera el germen del FBI. Aparte de este tema de las huelgas, Hammett cosechó una experiencia que volcó en sus novelas criminales. El escritor describió su trabajo de detective como tedioso. Se veía obligado, por ejemplo, a realizar largas vigilancias y otras faenas similares.
En gran medida el estilo literario de Dashiell es heredero de los informes lacónicos que tenía que presentar a sus superiores. La lectura de los informes de sus compañeros detectives también fue una buena fuente de inspiración para los relatos que vendrían.
Cuando dejó el oficio, por causas de salud, había coleccionado recuerdos como una cuchillada en una pierna y un ladrillazo en la cabeza que le dejó una cicatriz.
Dashiell, el patriota
En su juventud, Dashiell Hammett experimentó un patriotismo tan fuerte que le llevó a alistarse para combatir en la Primera Guerra Mundial en 1918. Fue la época en la que abandonó la Agencia Pinkerton. Era un patriota que podríamos considerar un poco de derechas (por lo de las actividades antisindicalistas), pero años después su ideología dio un drástico giro a la izquierda.
Fue conductor de ambulancias en el frente en Francia. Se cuenta que allí se infectó de la epidemia de gripe de 1918, la mal llamada Gripe Española. Se recuperó, pero el contagio sacó a relucir una tuberculosis in crecendo. Por esta enfermedad obtuvo la licencia médica en menos de un año, y más tarde se le otorgaría una pensión por invalidez. Durante su convalecencia conoció a la enfermera Josephine Dolan, con la que se casó.
El resto de su vida Hammett sufrió de mala salud por sus brotes de tuberculosis sumados a una buena dosis de alcoholismo. La pensión del gobierno a veces llegaba y otras veces no, por lo que tuvo que buscarse una manera de ganarse la vida compatible con su precaria salud. Sus días como detective, y otros oficios varios, habían terminado.
El agente de Black Mask
En 1921-1922, ya bastante enfermo de tuberculosis, Dashiell Hammett se instaló en San Francisco. Allí empezó a ver publicados sus relatos policiales en revistas como Smart Set o la más célebre Black Mask.
Acabó dedicándose a la literatura no por vocación sino empujado por las dificultades económicas y la incapacidad de conseguir un empleo permanente. Escribir para revistas que pagaban por palabras le daba oportunidad de ganarse bien la vida. Se dice que bebía whiskey a destajo y trabajaba duro.
Por entonces tenía veintiocho años, una mujer de veinticinco y una primera hija recién nacida. Más tarde tuvo otra hija, pero su matrimonio con la enfermera Josephine Dolan terminó en 1927. Cuenta la leyenda que abandonó a su mujer y sus dos hijas «por prescripción médica». Un galeno le recomendó no pasar demasiado tiempo con la familia porque supuestamente era malo para su tuberculosis (!).
Dashiell alquiló un apartamento para él solo y se dedicó a beber y escribir como nunca.
Aunque no se puede decir que la inventara él, con Hammett la literatura hardboiled se integra para siempre en la cultura popular. Esta vertiente del pulp era lo opuesto a la novela detectivesca inglesa, más centrada en el enigma intelectual.
Hammett le dio músculo y contexto social a la narrativa negra. Su estilo pronto se manifestó como realista, conciso y testimonial. La vena cínica, desencantada, cruenta y visceral de sus personajes marcaron un antes y un después. En Dashiell Hammett el crimen es algo violento que surge de la corrupción de la sociedad. En palabras de Raymond Chandler, el heredero más destacado de Hammett:
Hammett sacó el asesinato del jarrón veneciano y lo arrojó al callejón.
Raymond Chandler
Novelas y relatos de Dashiell Hammett
Durante su carrera como escritor utilizó varios pseudónimos, como Peter Collinson, Daghull Hammett, Samuel Dashiell y Mary Jane Hammett. Escribió casi toda su producción en apenas 12 años. Después se le secó la inspiración. Esa etapa de abandono coincide con su giro ideológico hacia la izquierda.
Sus obras más famosas son las novelas Cosecha roja (1929) y El halcón maltés (1930). Aunque hubo otras: La maldición de los Dain (1929), La llave de cristal (1931) y El hombre delgado (1934). En total solo publicó 5 novelas, las dos primeras por entregas. Casi todas tuvieron adaptaciones al cine ya en vida de Hammett. Su personaje más memorable fue Sam Spade, protagonista de El halcón maltés y dos relatos más.
Además Dashiell escribió numerosos relatos, más de sesenta, la mayoría para la mencionada revista Black Mask. Las aventuras de Sam Spade (1944) y El Agente de la Continental (1975) reúnen muchos de sus historias cortas. El anónimo Agente de la Continental es el protagonista de Cosecha roja y La maldición de los Dain, además de 26 relatos y 2 novelas cortas.
A partir de 1930 Hammett vivió entre Nueva York y Hollywood, donde trabajó también como guionista de cine. Fue guionista del cómic Secret Agent X-9 (1934), protagonizado por Alex Raymond, un detective privado/espía.
Dashiell Hammett y Lillian Hellman
Dashiell Hammett no volvió a casarse, pero formó una pareja estable con la también escritora y dramaturga Lillian Hellman. Se conocieron en Hollywood en 1930 durante una fiesta y estuvieron juntos durante más de 30 años. Ambos ejercían de guionistas por aquella época.
Mucho de lo que conocemos de la vida de Hammett se lo debemos a Lillian Hellman y sus libros autobiográficos. Su relación fue a ratos pacífica, a ratos turbulenta. Antes Dash tuvo un breve romance con otra escritora llamada Nell Martin.
Se cuenta de Hammett que era un manirroto al que le gustaban las mujeres, el alcohol y las juergas. Tuvo tantas enfermedades venéreas que le llamaban Mr. Gonorrea.
Se lo ha descrito como un pelirrojo alto y flaco, de rostro alargado y en forma de V. Tenía cejas frondosas, cabello espeso y encanecido en las sienes en sus años de madurez. Siempre iba vestido de forma elegante: traje, zapatos de charol, pañuelo al cuello y sombrero.
Dashiell Hammett – Antifascista y comunista
En la Segunda Guerra Mundial Dashiell se alistó como voluntario pese a tener ya una edad (48 años) y salud delicada. En 1942 fue destinado a las Islas Aleutianas donde ejerció como editor del periódico del ejército.
Como parte de su actividad antifascista se posicionó en contra de la Guerra Civil española. Y tras la Segunda Guerra Mundial adoptó una postura abiertamente izquierdista. También defendió los derechos de los afroamericanos y los inmigrantes.
Sus críticas a la sociedad estadounidense, su sociedad, le granjearon fama de subversivo. Fue miembro del partido comunista en una época en que ser abiertamente rojo estaba perseguido. Incluso fue a parar a la cárcel por negarse a testificar contra cuatro comunistas huidos de la cárcel. Él mismo había reunido dinero para pagar la fianza de los fugados.
Seis meses en prisión
En 1951 se acusó a Hammett de actividades antiamericanas y de conspirar en contra del gobierno de los Estados Unidos. En los duros interrogatorios a los que fue sometido se caracterizó por dar respuestas mordaces y no dejarse amedrentar por los representantes de la llamada Caza de brujas.
Últimos años y muerte
Dashiell terminó su vida pobre, se dice, ya que no volvió a publicar desde 1934. Sobre por qué dejó de hacerlo hay varias teorías. Una afirma que fue a causa de la persecución política, consecuencia de su activismo antifascista y comunista. Aunque también se cuenta que, más que dejar de escribir, Dashiell dejó de terminar lo que escribía. ¿Se le secó la inspiración? ¿O no quería repetirse? No se sabe. Quizá pensaba que moriría pronto por su mala salud, y por eso se dedicó a vivir la buena vida desenfrenadamente.
Sus borracheras de campeonato derivaron en un ataque de delirium tremens en 1948. A consecuencia de este episodio dejó la bebida para siempre, para sorpresa de todos. Su paso por la cárcel vino después y su salud se deterioró aún más. Al poco se apartó de la vida pública. En sus últimos años pasó mucho tiempo en hospitales y con sufrimiento. En 1955 sufrió un ataque cardíaco y en 1961 murió de cáncer de pulmón. Tenía 67 años.
Legado
Ya hemos comentado que no se le puede considerara Dashiell Hammett el creador de la novela negra americana (hardboiled), pero sí el artífice de subirla de categoría. Raymond Chandler (creador del otro detective más famoso, Phillip Marlowe) lo admiraba. El salto de calidad que dio R. Chandler a la novela negra americana se basó, precisamente, en los pilares que Hammett había asentado en el género.
El detective cínico y desencantado, vestido con gabardina, fumando y bebiendo sin parar; la peligrosa femme fatale; el estilo crudo y directo; la corrupción del sistema, etc., son algunos de esos pilares. También el desarrollo urbano de los EE.UU como telón de fondo de muchas de sus narraciones.
Su influencia se extiende de la literatura al cine. Hasta veinticinco películas están inspiradas de forma más o menos directa en alguna de sus historias. Un punto de inflexión fue la adaptación de El halcón maltés a cargo de John Huston y Humphery Bogart. Es icónica a más no poder y se considera un hito casi fundacional del género.
Pero aparte de la multitud de adaptaciones al cine directas y legítimas de la obra de Hammett, hay otras más desleales pero igualmente icónicas. Me refiero a Yojimbo (1961), de Kurosawa, y Por un puñado de dólares (1964), de Leone. Ambas se basan libremente en Cosecha roja (1929), primera de las únicas cinco novelas de Dash.
El más popular
Dashiell Hammett escribía por dinero, siempre en constante fricción entre lo que le pedía el cuerpo y lo que le exigían los editores de las revistas. Aún así fue el novelista más popular de su tiempo, y (quizá) el más influyente. Fue el responsable de consolidar el género hardboiled y darle su forma definitiva. Gracias a él ha perdurado hasta nuestros días prácticamente inalterado.
SOBRE MÍ Me llamo P. A. García y soy escritor. Tengo tres novelas publicadas: Un oficio indiscreto es una novela negra en un mundo de ciencia ficción. Porvenir es una aventura espacial futurista con toques apocalípticos. La Secta del Fuego es una novela de espada y brujería. Además, participo en un podcast sobre cine e historia, con mucho humor, llamado La Hoguera de los Necios.