La zona muerta: Descubriendo a Stephen King

Gracias a La zona muerta mi opinión sobre Stephen King ha cambiado radicalmente.

Confieso que nunca he sido fan del bueno de King. No porque tuviese algo en contra, simplemente sus libros no me habían llamado lo suficiente. Por temática más que nada. Hasta que me topé con esta novela publicada en 1979.

Aunque antes, hace muchos años, leí dos libros suyos:

  • Misery (1987), del que recuerdo que me había gustado.
  • Cujo (1981), del que no me acuerdo absolutamente de nada, vete a saber por qué.

Pasaron los años y me dediqué a leer otras cosas. Pero hace un par de meses cayó en mis manos, de casualidad, un ejemplar de bolsillo, amarillento y gastado, de La zona muerta. Y… ¡Guau!

la zona muerta
The dead zone – La zona muerta

La zona muerta: Más que un thriller sobrenatural

Esta novela me ha gustado por varias razones más allá de su argumento, que ya de por sí es muy interesante. De hecho, ya conocía el meollo de la trama debido a que, hace años también, vi su adaptación al cine de la mano de David Cronenberg y Christopher Walken. Pero haber visto la película no fue ningún obstáculo para disfrutar la novela.

Sinopsis:

Tras pasarse 4 años en coma después de sufrir un accidente de automóvil, Johnny Smith se despierta con la capacidad de ver algunos acontecimientos futuros.

Lejos de ser un don benévolo, esta habilidad supondrá una maldición para el desventurado Johnny. Lo que le espera después de su milagrosa recuperación es un camino lleno de espinas, incertidumbres, rechazo y pesadillas.

Para empeorar aún más las cosas, tras una de sus visiones, caerá sobre los hombros de Johnny el peso de tener que… ¿salvar el mundo?

La zona muerta
La zona muerta, la película.

Aunque soy un ignorante casi completo de la carrera de Stephen King, no dudo en afirmar que se encontraba en estado de gracia cuando escribió La zona muerta. Os cuento porqué:

La zona muerta: Pulso narrativo y equilibrio

Es memorable cómo de equilibrada está la novela en cuando a misterio, casi terror, ritmo, suspense y empatía hacia los personajes. King hace un retrato muy realista de todos los protagonistas, desde el propio Johnny hasta los dos villanos de la novela. (Hay un villano principal y un villano secundario, podríamos decir). Pero también de Sarah, la chica de Johnny; de Herb, su sufrido padre; y de Vera, su desvariada madre.

King también brilla al imaginar cómo influyen, a nivel humano, tanto el coma como la posterior recuperación, muy dolorosa. Y lo mismo con respecto al descubrimiento de la clarividencia de Johnny, y de cómo él mismo, sus allegados y la gente en general, reacciona a ella.

«A veces la gente reacciona de una manera frente a una posibilidad y de otra muy distinta frente al hecho concreto»

Stephen King

En definitiva, el tratamiento que da King a los personajes, a su contexto y a las implicaciones del poder de Johnny, me pareció de diez. Además, lo consigue sin que el ritmo de la novela decaiga en ningún momento. Es toda una lección lo bien dosificados e intercalados que están los pasajes más puramente de suspense con los más emotivos.

Sin explicaciones innecesarias

Otro elemento que me gustó es que no se dan explicaciones de la causa de las visiones de Johnny, más allá de las heridas en la cabeza. En realidad, es lo de menos y no hace ninguna falta. Una mala justificación podría haber banalizado todo el conjunto, así que es buena elección dejar el enigma en suspenso. Sucede y ya está, es una premisa y punto. ¿Qué problema hay? Es como en Los pájaros de Hitchcock, que no nos explican por qué atacan los pájaros. Y da igual, no tiene importancia.

El señor King en 2022.

Volviendo a la trama, decir que los golpes de efecto están muy bien escogidos y narrados. De especial maestría, por ejemplo, cómo se nos relata del descubrimiento de cierto violador y asesino que campa por la novela. ¡Vaya desenlace! ¡Qué bueno!

Por último, considero que el final está a la altura. Es agridulce y muy coherente. De esos finales sobre los que te dices «no podría acabar de otra manera». Y también con un in crescendo muy bien orquestado. Quizá no es del todo perfecto, pero me quito el sombrero igualmente.

Una curiosidad final

Algo que me llamó mucho la atención leyendo La zona muerta fue cómo ciertas problemáticas que están de rabiosa actualidad hoy también lo estaban a finales de los años 70: triunfo de los populismos fascistoides, inflación, precio desorbitado del petróleo y amenaza nuclear. En fin, se confirma una vez más que la historia es cíclica.

SOBRE MÍ Me llamo P. A. García y soy escritor. Tengo tres novelas publicadas: Un oficio indiscreto es una novela negra en un mundo de ciencia ficción. Porvenir es una aventura espacial futurista con toques apocalípticos. La Secta del Fuego es una novela de espada y brujería. Además, participo en un podcast sobre cine e historia, con mucho humor, llamado La Hoguera de los Necios.