El término espada y brujería procede del inglés sword and sorcery. En Latinoamérica suele traducirse como espada y hechicería.
Se trata de una vertiente de la literatura de fantasía con una gran tradición de relatos cortos, como son las aventuras de Conan, el Cimmerio, de Robert E. Howard, o de Fafhrd y el Ratonero Gris, de Fritz Leiber.
El origen de la espada y brujería se encuentra en la literatura pulp. Se dice que fue el propio Fritz Leiber el que inventó el término en 1961 para referirse a las historias que Howard publicaba en las revistas pulp de los años 20 y 30 del siglo XX. Leiber pretendió con esta denominación reconocer la herencia de otros géneros como el de capa y espada (Los tres mosqueteros, Ivanhoe, El prisionero de Zenda).
Algunas otras obras destacadas dentro de la espada y brujería son:
- Solomon Kane, también de Robert E. Howard;
- Elric de Melniboné, de Michael Moorcock;
- Geralt de Rivia, de Andrzej Sapkowski;
- La compañía negra, de Glen Cook;
- Reyes de la Tierra Salvaje, de Nicholas Eames;
- La invocación del picto, de Sergio Mars y S. T. Prescott.
Antihéroes, nigromantes y espadas afiladas
Por compararlo con el género negro, la espada y brujería sería el equivalente a la novela negra hardboiled, donde el crimen es algo visceral vinculado a los bajos instintitos humanos. Todo lo contrario a la novela policiaca victoriana y dandi, al estilo Agatha Christie.
Algunas de las características más típicas y tópicas de la espada y brujería son: un protagonista poco heroico a priori, un villano bastante caricaturesco y un arma bien afilada.
Estas y otras convenciones que veremos a continuación no siempre se cumplen, pero son las que tradicionalmente han ido configurando el género.
Dame un buen antihéroe y empezamos a la diversión
Las historias de espada y brujería suelen tener protagonistas individualistas y solitarios. A veces pueden formar una pareja contrastante o, como mucho, un grupo de protagonistas reducido. Por norma general se trata de personajes resueltos y aguerridos y no demasiado profundos, sino más bien arquetipos. Lo suyo es que tengan algo de antihéroes: se mueven por impulsos más bien egoístas, de tonos grises y moral ambigua.
Nada de héroes clásicos, bondadosos, positivos, sin tacha y con un compendio de virtudes filantrópicas de amor al prójimo, a la patria o al bien mayor. Aunque a la larga es habitual que estos supuestos antihéroes terminen enfocando sus actitudes hacia el lado luminoso. Pero cuando el protagonista de una historia de espada y brujería hace una gesta heroica suele ser porque no le queda otro remedio o es la mejor manera de salir del entuerto en que se ha metido.
Además, de partida, a diferencia con la alta fantasía, los héroes de la espada y brujería no tendrán origen noble o formarán parte de los engranajes privilegiados de su sociedad. Serán más bien unos marginados sociales.
Aquí huele a azufre y a horror cósmico
En la espada y brujería los enemigos de los protagonistas suelen tener habilidades mágicas o sobrenaturales. Casi diríamos que es forzosa la presencia de estos elementos, o al menos de poderes ocultos y desconocidos. Pero sin restar protagonismo al uso de armas cortantes.
Muchas veces lo sobrenatural tiene un componente de ciencia ficción oscura muy influido por los terrores lovecraftianos. La magia suele ser más del gusto de los villanos y poco atractiva para los protagonistas.
En mi mundo arreglamos las cosas a espadazos
Las historias en la espada y brujería por lo común están ambientadas en un mundo con inspiraciones medievales, de la Antigüedad o de un pasado más remoto aún y con elementos mitológicos.
El empleo de armas de filo es imprescindible.
El conflicto o la amenaza tiende a ser más bien particular o local, o sea no a escala global y transespecie. Dramas personales, singulares, conforman el habitual punto de interés, y no la amenaza integral al mundo tal como lo conocemos. Esto último es más característico de la fantasía heroica.
La acción y la aventura suelen ser predominantes, a menudo con un tono lúdico y escapista, de disfrute, trivializando la violencia. Tampoco le es ajeno un componente erótico-festivo, normalmente en forma de cosificación de los personajes femeninos. Aunque este elemento se ha ido matizando, revisando y actualizando en las últimas décadas conforme a los avances en igualdad de la sociedad.
Por lo general las tramas suelen ser poco complejas, herederas de la literatura de evasión sin pretensiones transcendentales. El espadachín de turno tiene que sobrevivir al nigromante malvado del momento, y poco más.
Espada, brujería y picaresca
En las historias de espada y brujería el world-building no suele ser muy elaborado y más bien va creciendo sobre la marcha. No esperes un prefacio de quince páginas explicando esto y lo otro, antecedentes, razas, etc. Por lo general nos encontraremos en mundo fantástico decadente y corrompido, en el que los personajes marginales tienen más escrúpulos que las élites.
Los protagonistas, las más de las veces, no pasan su tiempo libre en palacios sino en tabernas de mala muerte y callejones malolientes. En este sentido puede identificarse cierta influencia del género picaresco. De hecho, se ha comparado la ciudad de Lankhmar, donde transcurren la mayoría de las aventuras de Fafhrd y el Ratonero Gris, con la Sevilla del siglo XVI habitada por los personajes de Cervantes Rinconete y Cortadillo.
Espada y brujería de corte planetario
Un subgénero íntimamente relacionado con el de espada y brujería es el de espada y planeta. Consiste en aventuras violentas de héroes que, por supuesto, empuñan espadas… Pero en este caso lo hacen en otros planetas y aunque en estos exista tecnología avanzada.
El principal referente son las aventuras de John Carter de Marte, escritas por Edgar Rice Burroughs, y sus derivados. Podemos citar también la serie Gor, en la que destaca la brutalmente rancia cosificación sexual de la mujer.
SOBRE MÍ Me llamo P. A. García y soy escritor. Tengo tres novelas publicadas: Un oficio indiscreto es una novela negra en un mundo de ciencia ficción. Porvenir es una aventura espacial futurista con toques apocalípticos. La Secta del Fuego es una novela de espada y brujería. También he escrito para Ediciones Akal el libro de divulgación histórica La Francia de Gilles de Rais. El primer asesino en serie de la historia.
Además, participo en un pódcast sobre cine e historia, con mucho humor, llamado La Hoguera de los Necios. En nuestro segundo episodio, Espada y brujería y un hongo nuclear, dimos un repaso bastante completista a este género en el cine.