La literatura pulp es (o, mejor dicho, era), más que un género en sí mismo, un modo de publicar historias en papel barato y sin pretensiones. Se apostaba más por la cantidad que por la calidad, pensando simplemente en entretener. Y para ello muchas veces se apostaba por las ideas más bizarras.
Al ser historietas de usar y tirar, lógicamente, se produjo mucha basura, pero también algunas maravillas.
Pulp y Hard-boiled
Del pulp emergieron, en el campo de la novela negra, autores tan respetables como Raymond Chandler y Dashiell Hammett. Contra todo pronóstico, han pervivido y ahora son clásicos indiscutibles del género. Hammett y Chandler han trascendido pese a ser concebidos para todo lo contrario, podríamos decir.
Aunque antes hubo otros, fue Dashiell Hammett quien apuntaló los cimientos del hard-boiled, un tipo de novela negra mundana, con componentes lujuriosos y violentos, donde el crimen es algo brutal y muchas veces pasional. Supuso una respuesta más a pie de calle a la vertiente más pomposa de la novela negra british, de la que Agatha Christie es el exponente más conocido.
Hammett creó a Sam Spade y suyas son dos novelas archifamosas: El halcón maltés (1930) y Cosecha roja (1929)
Luego, Raymond Chandler tomó esas bases y las perfeccionó añadiéndoles el lirismo y la melancolía que les faltaba, lo que las hizo elevarse por encima de sus iguales. Su gran creación, el detective privado Philip Marlowe, es el rey absoluto de la réplica sarcástica.
En caso de duda, haz que entre por la puerta un hombre con una pistola en la mano.
Ley de Chandler
Marlowe protagonizó, entre otras, las novelas:
- El sueño eterno (1939)
- Adiós, muñeca (1940)
- La dama del lago (1943)
- El largo adiós (953)
Origen del pulp
El pulp nace en EE.UU. en la primera mitad del siglo XX. No es exactamente un género, como decimos, sino una forma de concebir la escritura. Se trataba de un tipo de literatura de consumo masivo por parte de las clases jóvenes populares. Su medio habitual de expresión eran revistas de encuadernación súper rústica, o sea, papel de pulpa de celulosa de baja calidad.
Sin embargo, como siempre ocurre en cualquier actividad creativa, por muy de baja estofa que sea, del pulp, entre mucha mediocridad, han surgido auténticas joyas. Un poco como lo que ha ocurrido algunas veces con el cine de serie B.
Más allá de las novelas de detectives
Además de historias de rudos detectives, en las revistas pulp había de todo:
- Terror: Lovecraft y los mitos de Cthulhu.
- Fantasía: Conan el Cimmerio.
- Suspense: Fu Manchú.
- Romance.
- Western: el Zorro.
- Aventura: Tarzán.
- En general todo tipo de exploitation.
- Ciencia ficción: Buck Rogers, Doc Savage, Flash Gordon, John Carter de Marte.
Por último, otra seña de identidad del pulp eran las portadas molonas. A menudo eran picantes y sexistas:
SOBRE MÍ Me llamo P. A. García y soy escritor. Tengo tres novelas publicadas: Un oficio indiscreto es una novela negra en un mundo de ciencia ficción. Porvenir es una aventura espacial futurista con toques apocalípticos. La Secta del Fuego es una novela de espada y brujería. También he escrito para Ediciones Akal el libro de divulgación histórica La Francia de Gilles de Rais. El primer asesino en serie de la historia. Además, participo en el pódcast sobre cine e historia La Hoguera de los Necios.